Dedícate todas las mañanas un momento a mimarte y a quererte. Abre los ojos, apaga el despertador, sal de la cama, desayuna sano,....
... siéntate delante de tu espejo, suelta un "¡Buenos días!", y ponte guapa con estos sencillos pasos:
- Limpia tu piel para eliminar el exceso de sebo que generamos durante la noche.
- Hidrata tu piel y aportarle todas las vitaminas y nutrientes que necesita.
- Contornea tus ojos, justo en la cuenca del ojo, donde toques el hueso. Este paso es importante si sueles tener ojeras, o simplemente tuviste mala noche.
Ahora definiremos el rostro y le daremos color: - Aplícate tu base de maquillaje, intenta que sea lo más parecida al color de tu cuello, así te aseguraras de no hacerte "efecto mascara". O puedes usar una BB, que últimamente están muy de moda ya que dejan el rosto muy natural .
- Un poco de sombra de ojos, dándole profundidad en la cuenca.
- Delinéalos abriéndote la mirada. Hay distintos tipos (líquidos, en lápiz, en gel o crema), dependiendo del tipo de delineado que quieras es mejor uno u otro.
- Usar una máscara de pestañas, te realzará los ojos y te aportará aspecto de descansada.
- La cejas son el marco de nuestros ojos, si nos olvidamos de ellas nuestro rostro parecerá incompleto. Así pues, una mascara de cejas de nuestro color, nos favorecerá mucho la mirada.
- Si lo ves necesario aplícate un corrector. Tapándote las ojeras, barrillos, cicatrices,...etc.
- Polvos para sellar el maquillaje, no queremos que a mitad del día se nos haya degradado o movido.
- Un poco de bronceador por la parte alta de las mejilla, nariz, mandíbula y sienes. Para darle a la piel un tono más saludable.
- El colorete en los pómulos te dará apariencia más juvenil.
- Y para terminar un labial. Puede ser un simple bálsamo hidratante, un gloss con solo brillo o una barra ya sea de un color nude, rosada o roja. Todo depende del resto de maquillaje.